¡Feliz Navidad! Este año no se me adelanta el Corte Inglés, ni nadie. Es más, podríamos juntar las navidades pasadas con las próximas, ya que el espíritu de la Navidad sigue vivo todo el año. Ahora viene el Valentine´s day, luego vendrán las mejores versiones del Cortijero´s tieso day, y así sucesivamente. Manteniendo vivo el único espíritu verdadero que nos ha dejado la Navidad, consumir por encima de nuestras posibilidades. Aunque las posibilidades se las marca cada uno y cada una, faltaría más, pero no lo mide solamente la cartera sino el espíritu. La ausencia o no de él y con lo que lo alimentes.

​

Además, la buena gestión de nuestro alcalde, ayuda a mantener viva la Navidad hasta febrero. Todavía quedan rastros de caramelos en algunas calles, un mes después de que Baltasar se haya vuelto a Oriente temiendo un pacto de Rajoy con Donald Trump. Pero no es por falta de recursos ni dejadez, es para mantener vivo el espíritu de la Navidad. Sevilla más limpia que ninguna, decía un eslogan, más limpia que ninguna cloaca y más sucia que un váter de feria. Ahora, también, es la ciudad más segura. No porque haya más policías sino porque ha aparecido un cuerpo nuevo de seguridad local, las vallas. Muchos jóvenes quieren optar al cuerpo de vallas del ayuntamiento. Un cuerpo altamente cualificado para el que se requieren unas capacidades físicas y mentales al alcance de cualquier parado. ¡Juan convoca oposiciones! ¡Juan habla con Susana! ¡Ah no! Que Susana está en Madrid… Pues seguimos con el espíritu de la Navidad…

​

¡Qué bonita Navidad hemos pasado! Hemos podido ver espectáculos de todo tipo, que también es cultura, pero lo han llamado Navidad... ¿Hablamos del nacimiento del Señor o de consumo? ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? ¿Por qué no se celebra la fiesta del consumismo en una fecha diferente? El día en el que cumpla años Monedero, por ejemplo. Aunque yo no la celebrara, respetaría otra fiesta en la que la ciudad se llenara de anuncios, mappings y espectáculos patrocinados por esos gigantes poderosos, sea un banco, una bebida poco saludable o el desengrasante “El Milagrito”. (A los otros no, pero a éste último sí voy a hacerle publicidad). Tenemos que defender los productos de nuestra tierra sobre los de fuera. Y por ello me juego que me llamen anti-neoliberalista, rancio sevillano o cualquier etiqueta de esas que están de moda, pero sencillamente me es indiferente. Yo no soy de los que sueña transformar nuestra romántica avenida de la Constitución, española por supuesto, no americana, en una Quinta Avenida repleta de restaurantes de comida rápida (me cuesta llamarlos restaurantes) y cafeterías donde a las magdalenas hay que llamarles muffins para que te entiendan.

​

Aunque lo que hemos visto estas navidades no se queda nada atrás de esta fiesta idílica que les he presentado. Ni Triana, en su sueño independentista, se ha salvado de tener su mapping propio. Quitando algún portal de belén que resiste entre el océano consumista, casi todo lo demás, podría haberlo guardado el alcalde entre las vallas que tanto le gustan y nos protegen. Os dejo con un villancico popular de Triana muy escuchado este año.

​

¡Feliz Navidad y Viva la Pepa!

 

 

Joy to the world cuando paso por el puente

Joy to the world! The Lord is come;
Let earth receive her King;
Let every heart prepare him room,
And heaven and nature sing,
And heaven and nature sing,
And heaven, and heaven, and nature sing.

 

 

 

Alejandro Arcas Orozco